¡Estamos de vuelta!

Por fortuna estamos de vuelta en el pulso de la vida escolar.

Otra vez la dicha de esperar cada mañana a nuestros estudiantes, de tenerlos aquí y de viva voz, ocupando su lugar en la granja y rodeados de naturaleza. En esta primera fase, nuestros estudiantes van al Colegio por turnos, respetando el aforo y las medidas de bioseguridad requeridas para tener un regreso seguro.

Este es el comienzo de la normalidad y del fin del confinamiento. Esta nueva etapa es el reencuentro con los compañeros, la reanudación de las “viejas” amistades, el volver a la granja, a los espacios abiertos guardando la debida distancia y observando con rigor los protocolos de bioseguridad.

Estamos convencidos que educar y enseñar es, además de lo académico, fomentar de valores que perduren más allá de un ciclo escolar, que sean formación para la vida, la de ahora y la del futuro. Por eso el campo y el contacto con la naturaleza nos resulta fundamental.

Respeto y disfrute a cielo abierto, amor por los animales, cuidado de árboles y plantas y al mismo tiempo espacio para el juego, aire limpio para el ejercicio y el deporte, la alegría de un jardín para compartir el recreo, el compañerismo y la amistad: ¡así vivimos en San Diego!